martes, 27 de junio de 2017

LA PROCESIÒN DE VIERNES SANTO

Esta historia me contaba mi abuela paterna en las largas noches de tinieblas cuando se iba la luz y me metía en su cama a escuchar sus aterradores relatos.

Pues ella aseguraba que era algo real y decía que hace varios años atrás mi bisabuelo regresaba a  su casa luego de jugar naipes con su compadre  un viernes santo en la madrugada  y le llamo la atención ver un grupo de personas vestidas de negro y con velas en las inmediaciones del cementerio de la localidad, lo primero que pensó y dijo es ¿Por qué la procesión de viernes santo se haría tan noche y casi en la madrugada?

Sin embargo como era muy devoto de las almas sin pensarlo dos veces se junto a la procesión que cumplía su recorrido por las calles aledañas al cementerio, pero lo que se le hacía raro es que todos vestían de negro y con sus rostros tapados, en ese momento una mujer se le acerco y le dio un cirio prendido y continuo la procesión, pero la intriga de mi bisabuelo continuaba en vista de que los canticos que se entonaban  eran algo desconocidos y como de ultratumba, llenándose de valor se atrevió a tocar  a uno de esos misteriosos seres y cuando se dio la vuelta, pudo observar la fría presencia de una calavera, a mi bisabuelo le faltaron piernas para salir corriendo y llego a la casa con espuma en la boca y temblando a contar su increíble historia, el cirio que tenía en su mano se había trasformado en un hueso fémur , a partir de este tétrico encuentro nunca más salió a jugar naipes con sus amigos en un viernes santo y tuvieron que curarle el espanto y pasarle el huevo.

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