Esta historia es
algo más actual y en definitiva es una vivencia personal cuando existía
ya la luz eléctrica en Cayambe, pero únicamente en las viviendas, las
calles seguían siendo obscuras y se prestaban para jugar con los
muchachos del barrio, pero también para imaginar cuentos de terror.
Con
la llegada de la luz eléctrica a los hogares, empezaron a venir a los
almacenes las primeras televisiones blanco y negro a tubos y con unos
armatostes muebles de madera con patas y su precio era demasiado elevado
y no todos podían comprarlas, en ese entonces vivía en la casa de mi
abuelo materno en la calle 9 de Octubre y Terán, lo que hoy se conoce
como la esquina del movimiento por el gran numero de discotecas y bares
que existe por el sector.
Con esta coyuntura, fue una
vecina algo adinerada que compro una televisión de este tipo y todas las
noches los niños del barrio nos reuníamos para que la mencionada señora
nos deje ver la televisión y a cambio le pagábamos un real cada uno, en
esa época daban una serie que se llamaba “Sombras Tenebrosas” la misma
que se trataba de vampiros y muertos vivientes, tan bien contada y
argumentada que aterrorizaba a todos los asustados televidentes y para
colmo la pasaban a las 10 de la noche.
Bueno lo gracioso
de este relato es que después de ver un capítulo de la serie ningún
niño quería salir de la casa de la vecina, porque todos se orinaban del
miedo y salir a la calle tan obscura, si que daba pánico y parecía que
en la tiniebla de la noche asomaban los vampiros.
Como
era lógico la vecina quería dormir y nos obligaba a salir de su casa y
todos los niños salíamos llorando y agarrados de la mano nos
encaminábamos a nuestras casas con el susto latente que nos salgan los
muertos vivientes.
Pero a pesar del susto generado, cada
noche estábamos puntualitos agarrados un banquito para sentarnos a ver
“Sombras Tenebrosas” en la casa de la vecina, qué tiempos aquellos.
BUENAS TARDES TODAS ESTAS LEYENDAS FUERON RECOPILADAS POR OSCAR PATRICIO NOVOA NOVOA Y SOLICITO QUE VAYA SU NOMBRE AL PIE DE CADA UNA.
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